EL PICARO
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¿Confidentes?
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Aquí /
en esta orilla blanca /
del lecho donde duermes /
estoy al borde mismo /
de su sueño
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Leo, ahora, a Pedro Salinas. Lo hago en busca de consuelo, mi querida Pícara. Vivo en la desazón de quien comprueba, no sin pesar, que tus fuentes (esas de las que presumes por su solvencia) te zancadillean. A tí, que enamoras con la mirada, te traicionan quienes en la confidencia te ocultan la verdad. Traicioneros son. Nunca ha habido reunión entre ese banquero tan importante y ese hombre de bigote cuyo nombre (oh! sorpresa) quizá evitas por ¿temor? Mal te quiere quien, conociendo la verdad, te lleva hasta la mentira. Quizá te estás equivocando de confidentes. O quizá sean los mismos quienes, con malas artes, te hablan de colocaciones 'sospechosas' en el mismo centro de la ciudad. Tanto engaño, amiga, me desconcierta. Pero quizá por eso te encuentro aún más atractiva. El tiempo te dará luz, espero.
Yo, mientras, he reservado asiento para el día 20, en nuestro Auditorio. Ya se que no me has invitado, pero no faltaré. Necesito tanto estar cerca. Quizá ese día conversemos y, como siempre, te susurraré al oído. Y dile a tu director general, siempre prudente, que no falte.
Besos...
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EL PICARO
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