Tres autobuses partirán desde Grajal para pedir en Toledo devolución de varias tallas
asegura que ya se han inscrito 130 personas
para acudir al cenobio carmelita
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Algo más de un centenar de personas partirá mañana en tres autobuses desde Grajal hacia la ciudad de Toledo, donde protagonizarán una sentada delante del convento de Carmelitas Descalzas para reclamar la devolución de tres tallas que a su juicio pertenecen a ese municipio. Las imágenes en litigio son un Cristo Yacente, posiblemente del siglo XIV, y una Inmaculada Concepción y un San José con el Niño en brazos, ambas del siglo XVII, que hasta hacia medio año se veneraban en la clausura carmelita de Grajal, que las religiosas abandonaron al alegar un ataque masivo de termitas.La decena de monjas fue acogida por hermanas de su misma congregación en Toledo, así como las tres esculturas que la Cofradía de San Antonio de Grajal exige ahora sean devueltas por vía judicial, al considerar, en una denuncia presentada el pasado 19 de marzo ante la Guardia Civil, que se trata de una apropiación indebida. El alcalde del municipio leonés, Francisco Espinosa, informó a Efe de que ya se han inscrito 130 personas para acudir al cenobio carmelita de la capital castellano-manchega, 'donde nos sentaremos humildemente para pedir las tallas, para exigir lo que es nuestro'.
El objetivo de esta convocatoria, para la que ya disponen de los permisos oportunos, es conseguir traer a tiempo las imágenes, ya que una de ellas, la del Cristo Yacente, protagoniza la procesión del Viernes Santo. 'Es como si te llevan un ser querido', explicó el alcalde, quien expresó el 'disgusto terrible' especialmente de los fieles de mayor edad ante una posible ausencia del Cristo en el desfile del Viernes Santo. No se trata de un tesoro sino de algo que es nuestro', añadió. Durante estos días se han producido contactos entre el propio alcalde, los miembros de la Cofradía de San Antonio y las monjas que dieron como resultado el préstamo del Yacente exclusivamente para la procesión, 'pero después teníamos que devolverlo', precisó.
Otra de las propuestas partió de la Cofradía de San Antonio, que sugirió a las profesas que depositaran las tallas en la iglesia de la Antigua, cuyas llaves se custodiarían en el Juzgado de Sahagún mientras el conflicto se sustanciara judicialmente.Las monjas abandonaron el convento de Grajal hace medio año con el argumento de que el inmueble que las alojaba había sufrido una invasión de termitas. Las tallas se encontraban en la iglesia de la Antigua, aneja al convento carmelita de Grajal y que, según la cofradía, es suya puesto que se la cedió el Gobierno para el culto después de la Desamortización de Mendizábal (1836).
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