Una carta certificada a sus padres y un ‘sms’ a su mejor amigo precedieron el fatal desenlace en la vida del soldado Alberto G.R.

Foto: Peio García

El mensaje era claro: “No os enfadeis, hasta

siempre” / El arma, que posee las posiciones de

disparo individual y de ráfaga, estaba en la segunda

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Alberto G.R. meditó su decisión. Cuando apretó el gatillo para quitarse la vida con su fusil HK le había dado muchas vueltas en su interior. Tantas, que el pasado viernes envió una carta certificada a sus padres. Tanto, que unas horas antes empleó el móvil para enviar un mensaje de texto a su mejor amigo, donde le detallaba los teléfonos de su ex novia y de su hermana, las dos personas a las que quería que telefoneara cuando el final, tan fatal, tan cruel, fuera realidad. El mensaje era claro: “No os enfadeis, hasta siempre”.
A las 6.30 horas Alberto G.R. decidió poner fin a su vida. Apareció sentado, con el fusil entre las piernas. Midió hasta el más mínimo detalle. El arma, que posee dos posiciones, disparo individual y ráfaga, estaba en la segunda. El gesto resulta lo suficientemente elocuente….
45 minutos después de haberse quitado la vida, otro compañero encontró su cadáver. Hasta este instante nadie se había dado cuenta de lo sucedido. Eran las 7.15 horas, y la noticia fue de un lado a otro de la base militar. La jueza togada militar número 42 encargó el levantamiento del cadáver a las 12.40, y para entonces sus compañeros buscaban reponerse de la desdicha sufrida. "Tenía sus cosas, como todos, pero era un buen soldado", han comentado esta misma mañana, a la conclusión de un desfile donde el tambor (en la fotografía) estuvo silencioso en honor al soldado fallecido.
Alberto G.R. era natural en la localidad barcelonesa de Santa Coloma de Gramanet, pero residía en León desde hacía años. El fallecido ingresó en el Ejército en septiembre del año 2000 y estuvo destinado en Alicante, con labores de Operaciones Especiales, antes de ser trasladado a León, donde trabajaba como soldado especialista administrativo, destinado en la Sección de Habilitación de la Batería del Cuartel General. La familia del militar ya ha sido trasladada a la base leonesa, donde reciben atención psicológica. La jueza togada militar número 42 es la encargada de las actuaciones relacionadas con el levantamiento del cadáver y las investigaciones sobre el suceso.