OPINION

Desde el claustro

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Marcos Alvarez

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En el Claustro de la Basílica de San Isidoro se celebró el pasado domingo la fiesta o conmemoración de las llamadas Cabezadas, que nos recuerdan los milagros del Santo Patrón del Reino de León y el agradecimiento del pueblo leonés materializado en la entrega de un cirio de arroba bien colmada y dos hachones de cera para uso del Cabildo Isidoriano.
La Cofradía del Pendón de Baeza, el Cabildo Isidoriano, la Corporación municipal con guardia de gala, maceros y músicos, autoridades varias y el pueblo de León logran conformar un acto emotivo y festivo de gran raigambre entre los leoneses.
Claro que en años electorales como en el que nos encontramos cualquier momento es bueno para ir sembrando o aparecer en los papeles, aunque sea para bien, como rezaba algún malintencionado.
En esta ocasión nuestro Alcalde y también Alcaldable (si se me permite el palabro), Sr Amilia, D. Mario, se prestó a actuar como Síndico y a entablar parlamento con el Abad de la Basílica con el objeto de dirimir la polémica entre el foro y oferta que parece se resolverá en otra ocasión.
Aprovechó D. Mario la prensa del día para comenzar el partido, como bien señaló el Abad en su discurso, proponiendo celebraciones, solicitando catalogaciones y promoviendo actividades que más tenían que ver con la próxima campaña electoral que con el asunto que allí nos reunía.
Menos chascarrillos Sr. Amilibia que el asunto requiere cierta seriedad, dentro del ambiente festivo que allí nos reúne.
Claro que el ambiente preelectoral se adivinaba por todos los rincones del Claustro. Integrantes de todas las listas se ubicaban estratégicamente quizás para aprender de los políticos salientes, quizás para atestiguar su leonesismo, quizás para ganarse favores entre los asistentes. Unos con capa y otros sin ella se hacían querer entre intervención e intervención. Otros, con capa también por cierto, pero con menos protagonismo o con futuro político poco claro, buscaban el saludo de los protagonistas una vez finalizado el acto. Sería por aquello de hacerse ver, de recordar que todavía están ahí.
También hubo ausencias reseñables. No vimos al candidato y también concejal del Grupo Socialista D. Paco Fernández. Otro que no apareció con su bandera fue el Sr. de Francisco. Estaría pegando pegatinas de su nuevo partido en las inmediaciones del Palacio de los Deportes. O puede que ambos estén dispensados de inclinarse y saludar con las tradicionales cabezadas por prescripción facultativa.
El foro u oferta quedó sin resolver, pero el espectáculo estuvo a pie de claustro.
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Marcos Alvarez
http://marcosad.bitacoras.com