OPINION

Igualdad y mujeres

.
Marcos Alvarez

.

Parece que el Congreso de los Diputados ha aprobado la cacareada Ley de Igualdad. Muchos colectivos y asociaciones de mujeres se han felicitado y hasta se han manifestado acompañados de los estupefactos leones de la Carrera de San Jerónimo que, atónitos, intentaban averiguar si eran leones o leonas, por aquello de unirse al jolgorio o escabullirse sigilosamente.
Se han entretenido nuestros gobernantes en regular en número de mujeres que deben incluir las listas electorales; el número de féminas que se sentarán en los consejos de administración de nuestras empresas; en la proporción de cargos que las mujeres deberán ostentar en los futuros gobiernos…
(Y digo yo: el artículo 14 de nuestra castigada Constitución no reza eso de “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”…)
¿Para esto sirve esta Ley de Igualdad? ¿Merecen las mujeres que se las incluyan en las próximas listas electorales en función de unas cuotas obligatorias y no en función de su valía política? ¿Cómo se va a obligar a los Empresarios que arriesgan sus dineros a incorporar a representantes del sexo femenino en sus órganos directivos por aquello de respetar no se que paridades? ¿Van a vigilar las autoridades nuestros hogares para verificar si dedicamos el mismo tiempo hombres y mujeres a las tareas del hogar?
Algunas mujeres ya han levantado su voz revindicando su mérito y esfuerzo y no su cuota de poder regulado en función de su sexo. Solicitan más facilidades para conciliar la vida familiar con sus trabajos; guarderías infantiles en los centros de trabajos; horarios de trabajo asumibles y flexibles para hombres y mujeres…
No se merecen nuestras compañeras, amigas y esposas que se las valore más por su sexo que por sus capacidades.