Cerca de 10.000 leoneses acuden al tradicional entierro del pellejero y pendenciero 'Genarín'
La tradicional procesión comenzó
recordando la tradición y bendiciendo
con orujo a los nuevos cofrades
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Unas 10.000 personas participaron en noche del Jueves Santo en el casco antiguo de León para celebrar el entierro de Genarín, la procesión ruidosa, bufa y borracha por antonomasia. Este popular desfile pagano, que dio inicio a partir de la media noche, sirvió para conmemorar un año más la muerte de Genaro Blanco Blanco, pellejero, borracho, pendenciero, amante del orujo y los burdeles que en la noche de Jueves Santo de 1929 murió atropellado por el primer camión de la basura que hubo en León, mientras realizaba sus necesidades primarias. El rito comenzó recordando la tradición y bendiciendo con orujo a los nuevos cofrades. Luego la comitiva se fue hasta la Plaza del Grano para iniciar el recorrido por las calles que, según la tradición, frecuentaba el pellejero. Un tonel de madera adornado con flores y velas marcaron el paso, a la vez que se corearon consignas como: "Genarín, valiente, queremos aguardiente", "Hombre pequeño de gran pitilín, San Genarín", "Genaro, si t'estrujo, saco buen orujo", etc... El recorrido continuó hasta llegar al punto exacto donde falleció. Allí el hermano colgador de la cofradía de Genarín trepó la vieja muralla de León y realizó la tradicional ofrenda: laurel, queso, una hogaza de pan, naranjas, una botella de orujo, y los siguientes versos:
Y antes de ser declamadas para gloria de este mundo,
Siguiéndote en tus costumbres,
pues nunca ganasteis lujos.
Bebamos a tu memoria una copina de orujo,
que fue lo que más chupaste antes de ser difunto.
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