OPINION
Si no lo veo,
no lo creo
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Juan García Campal
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Vemos en primer término, en el ángulo inferior derecho, el último componente de la banda musical que acompañaba a la Virgen, el bombo, observémos como a su alrededor sobresalen las claridades, digámoslo así aunque era dorada, de la ¿casulla? del clérigo de mayor rango -y esto no es broma ni provocación, en verdad ignoro quién era y su jerarquía- que cierra la procesión custodiado por los representantes de otras cofradías leonesas. ¿Siguen sin echar nada de menos?
Pues yo les diré. ¿Dónde están las autoridades civiles, municipales principalmente, que suelen acompañar en paseíllo, más que procesionando, a estas manifestaciones religiosas de interés turístico internacional que tanto público congregan? ¿Me habrán hecho caso en lo de separar religión y Estado? Lo dudo, lo dudo. ¿Estarán en otras procesiones más de toda la vida y tradición leonesa? ¿Habrán hecho mutis por el foro o por el ojo del puente? Pero, y las alegres y festivas globeras ¿dónde están? ¿Será verdad que como más de un cofrade de la del Santo Cristo del Gran Poder me viene diciendo en los últimos años, ésta es la Cofradía de los obreros? Porque, que las autoridades exhaustas falten, tiene un pasar, pero que los globeros, profundos conocedores del mercado lo hagan también no deja de ser un síntoma inequívoco de que algo de razón llevan quienes así me informan.
No obstante, y obviamente sin pasión alguna, mi admiración y respeto a los papones y, en especial, a las paponas de la dicha cofradía. Qué... cosa le ponen.
Hoy la de Los Pasos y su Encuentro y cierro ya por este año. Ya he tomado la determinación de antes de hacer confianzas y/o amistad con alguien más, preguntarle: ¿procesionas en León?, ¿con qué cofradía? Porque ya me dirán ustedes que hace un no creyente como yo viendo procesiones a tutiplén. ¡Contradicción, contradicción!, ¿acaso tú serás mi sino?
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Juan García Campal
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