FIN DE SEMANA / OPINION

Inefable Gamoneda

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Eduardo Bajo A.

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Es alucinante que a alguien con una verborrea semejante se le dé un premio literario. A base de escribir sin sentido, Antonio Gamoneda, ha acabado por hablar sin sentido en cuanto le han dado una oportunidad. Y es que la vanidad, la falsa modestia y andar un palmo por encima del suelo no bastan para la creación literaria.
La verdad es que no es un hombre muy hablador y, posiblemente conociendo sus limitaciones, se prodiga poco. Pero, con el Cervantes ha llegado la notoriedad y todo el mundo está expectante sobre la personalidad, la obra y las ideas de un poeta prácticamente desconocido en el orbe literario. Pues ¡buena le ha caído! Porque sus primeras declaraciones nos han dejado a todos con la boca abierta por el pasmo.
Hace unas semanas, conocido el galardón con que se le iba a distinguir, leímos en Lahoraleonesa su diagnóstico sobre los males de la Catedral: “Algo no se está haciendo bien en la Catedral”. Difícilmente se puede decir menos y con más ambigüedad respecto un problema de tal magnitud como el estado de la Catedral, cuyas culpabilidades se reparten entre el clero ‑que sólo utiliza sus bienes para reclamar dinero- y las instituciones, que al parecer no aportan lo que debieran. Pero Gamoneda, que pasa por un poeta “comprometido” escurre el bulto y se limita a decir que “algo” cuando en realidad no dice nada. Se zambulle en los medios de comunicación que, por su notoriedad tiene abiertos, pero guarda la ropa en la orilla y ni siquiera se moja. Esta declaración insulsa, aunque reveladora, no tiene importancia.
Otra cosa sucede con las declaraciones públicas a la agencia Efe ‑que es a lo que iba- las cuales han dejado perplejos a cuántos se han tomado la molestia de leerlas. Un discurso tan trasnochado que da a entender que este hombre no se entera. Que un poeta esté en las nubes es una bonita metáfora, pero en las nubes también están los extraterrestres y hablar a estas alturas de “guerra civil” es una estolidez de grueso calado. Y culpar de ello al Partido Popular, un disparate, cuya única razón puede ser un torpe acercamiento a la causa de Rodríguez Zapatero para mostrar gratitud y compromiso. Flaco favor para los socialistas que gobiernan en una España moderna. Más moderna aún desde que el actual gobierno lleva las riendas del país. No se entienden, en boca de un personaje de la cultura, unas manifestaciones tan dislocadas y sin fundamento, como decir que si no llegamos a las manos es por el “consumismo” o “los bloques internacionales”.
Cualquier estudiante de bachiller con un “suficiente” en Ciencias Sociales, daría una explicación mucho más coherente de la situación actual.