OPINION / RUGIDOS MAÑANEROS

Clarea la verdad...

¿Se ordena el caos?

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Juan García Campal

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Hoy me pide el cuerpo hablarles de PIN8 con el derecho que me da no sólo haber sido engañado por él y el resto de aquel gobierno, sino de haber sido tan ingenuo de haberles creído. No me entraba en la cabeza que el Gobierno de España engañase a todo un país ante tan enorme tragedia. Me refiero, obviamente, al atentado del 11 de Marzo de 2004, y de mi credulidad supongo guarde copia Televisión de León además de yo mismo. Pero prefiero tener algo más de vergüenza que quienes no la tuvieron ni en ese ni en otros asuntos que todos tenemos en la memoria y en el corazón (guerra de Irak, Yakolev-42, etc. etc.) y dejar simplemente que la Justicia esclarezca la verdad. Dejo el papel de los jueces a los jueces.

Ellos, PIN8 y Cía, seguirán en sus trece, negando el sol, si es preciso, a mediodía. En mi humilde opinión, ayer sobró hasta la declaración de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE. ¿Cuándo se convencerán los partidos de que los ciudadanos de a pie no somos tan lelos como podemos parecer; que ellos, los partidos, son los que de normal nos dejan pasmados, y que, en consecuencia no precisamos que nadie nos interprete la realidad, que por nosotros mismos sabemos distinguir el valor cierto de las cosas, que no queremos trujamánes de los hechos que por si solos cantan? Silencio la cronología del 11 de Marzo y siguientes días. Todo está en las diversas "-tecas".
Y aun cuando sé muy bien que este silencio voluntario será interpretado por muchos como suficientemente elocuente, otro motivo además del ya aducido es dejar patente mi continua sorpresa, por no llamarla ya alucinación, con el Partido Popular leonés. ¿Hacían falta para este aparente último viaje que ahora se presenta las pesadas alforjas que durante días vienen pujando? Y conste que no es referencia a las pujanzas de Amilivia en su versión semanasantera. Igual para él y otros seis o siete, como para mí, es sólo cosa de interés turístico internacional, aunque creo que servidor, con su laicismo y todo y desde las aceras, ha sido más respetuoso que ellos con la religiosa tradición leonesa. Todo es cuestión de estilo.

¿Es realmente un partido político esa organización incapaz de acabar con el enconamiento entre dos personas del mismo por muy de la alta dirección que sean, cuyo máximo órgano entre congresos, alrededor de setenta personas, aplaza los problemas en un pispás? ¿Es ésta la derecha leonesa, su forma de hacer, digamos de puertas adentro?

Y sí, ahora todos como una piña, es el poder pegamento de gran resistencia, pero si algo creo que ha quedado claro es que el popular partido está más partido que nunca. Tiempo tardarán en restañar estas heridas. No les diré hoy lo del "siguiente capítulo", pero no dejen de estar atentos a la parrilla -(de programación)-, igual queda alguna chamuscadura más.
Pero, además, no hay problema, seguro que todo son rarezas mías, vamos, cosa de mis rugidos mañaneros.
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Juan García Campal
http://juancampal.blogspot.com