SEMANA SANTA / León recupera el esplendor de la Procesión del Perdón con la liberación de un preso boliviano
Foto: Peio García
Foto: Peio García
Foto: Peio García
Foto: Peio García
Bernabé Espinal, campesino de 66 años,
fue liberado de su condena y regresa
a su país "tranquilo y alegre"
.
Fue un acto emotivo de principio a fin y sin duda uno de los puntos altos de la Semana Santa. La Procesión del Perdón que organiza la Cofradía del Santo Cristo del Perdón, y que fue presenciada por miles de leoneses y visitantes cada Martes Santo, recuperó hoy la tradición con la liberación del acto de liberación de un preso, ceremonia que el año pasado no pudo celebrarse porque el Consejo de Ministros rechazó la petición de la medida de gracia para un recluso de la cárcel de Mansilla de las Mulas. Todo lo contrario ocurrió este año y el campesino boliviano Bernabé Espinal, de 66 años, pudo escenificar con emoción la recuperación de la libertad perdida hace tres años por transportar droga, que se produjo hace escasas fechas.
Autoridades civiles y religiosas se dieron cita, como manda la tradición, en el ‘locus apellationis’ de la ciudad –lugar donde se celebraban hace siglos los juicios de la ciudad- para cumplir con una costumbre instaurada en 1964 y suspendida por motivos políticos hasta el año 1972. La medicación del vicepresidente segundo y consejero de Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, el leonés Alfredo Prada, Seise de Honor de la Cofradía del Santo Cristo del Perdón, logró que en 1998 León recuperarse uno de los actos más significativos de la Semana Santa de la ciudad. Desde entonces, sólo el pasado año se produjo la ausencia de un indultado en la procesión. La música del Orfeón Leonés arropó una vez más la llegada del desfile procesional, del que forma parte un grupo de reclusos. El abad de la Cofradía, Ángel Carlos Carbajo, dio lectura a la petición de perdón para el preso y el alcalde de la ciudad, Mario Amilivia, leyó el Decreto del Consejo de Ministros que lo concedió. "Que sea enhorabuena", sentenció el regidor.
El ya ex recluso recibió una gran y calurosa acogida del público presente en la Plaza de la Catedral y la enhorabuena de todas las autoridades que asistieron al acto de liberación definitiva. Bernabé Espinal aseguró que, a pesar de los nervios vividos en los momentos previos a la procesión, concluida la ceremonia se encontraba "muy tranquilo, alegre y muy bien". El liberado partía esta misma noche hacia Madrid para tomar el avión que le conducirá a su país natal ya que pesa sobre él una orden de expulsión.
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