EL PICARO

Prrrrrmmmmm
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Prrrmmmm… Suenas los tambores de la Semana Santa. Prrrmmmm… Y el sonido te aturde hasta confundirte aún más de lo que ya estabas. Prrrmmmm… Pícara eras, hasta hace bien poco; hoy, en presa fácil te has convertido. Prrrmmmm… Resuena el eco de los tambores y tú, ensimismada, te dejas llevar. Prrrmmmm… No hay remedio, me temo. Prrrmmmm… Lo que en la calle ocurre, se te escapa. Antes, ágil y audaz eras, y nada de aquello queda. Hoy caminas con paso torpe, desconcertada. Las noticias, incluso, te sobrepasan. Prrrmmmm… Es la penitencia del error y el desliz, del engaño y el embuste. Prrrmmmm… Hubo un tiempo que confianza desprendías, y ahora sólo recelo provocas. Prrrmmmm… Tu astucia se ha apagado y ahora, para mi sorpresa, leo las noticias en estos confidenciales que tanto odias (y a los que vetas, por lo que leo, demostrando tu enorme pobreza y tu rabia). Prrrmmmm… Caes, sin remedio. Prrrmmmm… Acertijo te dejo, de nuevo: ¿Qué director general de un medio de comunicación está a un paso de ser engañado, de nuevo? Prrrmmmm… ¿Tú lo sabes? Prrrmmmm… Yo sí. Prrrmmmm… Suenan los tambores. ¿Será el anuncio de un adiós?

Prrrrrrrrrrrrrrrrmmmmmmmmmmmm !!

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EL PICARO