EL PICARO

Reflexión, silencio, sacrificio
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De luto me visto esta semana. De negro, con detalles morados, vivo estos días. Y frente a frente nos miramos. Tú, de un lado, y yo, del otro. La vida nos une y nos separa. Son jornadas de reflexión, silencio, y sacrificio.
Reflexión. ¿Quién te ha equivocado? ¿Quién, de forma abrupta, te lleva de un lado a otro como si de un figurín(a) se tratara? Camino y reflexiono bajo el anonimato de mi oscuro traje. Pujo, con respeto, pidiendo el perdón para tí, a quien aún aprecio. ¿Pero existirá perdón?, me pregunto. Inclino mi cabeza con asentimiento, con ese respeto pícara mía, que has perdido a quienes te leen, porque ahora, simplemente, fuegos de artificio les muestras, y la verdad ocultas. Y sigo caminando...
Silencio. Mejor el silencio que la palabra mal usada. Peor el silencio impuesto que el bien concebido. De ambos sabes tú ¿verdad? Mal quien te ordena callar, peor hacerlo tal y como te lo piden. Mal quien te ordena hablar, y mucho peor por asentir. Mal camino el que, por obligación se sigue, porque con el mal paso se pierde el sentido.
Sacrificio. Sacrificio te anuncio, si nada cambia. Los amigos son enemigos. Los que crees enemigos ¿amigos? El tiempo se consume porque el reloj, de arena, ha recibido su penúltima vuelta. ¿Aún no entiendes lo que ocurre?
Y sigo caminando, descalzo. El dolor me hace más fuerte.
Y doy un paso, otro, y otro más.... avanzo un metro… y otro metro más.

Nos veremos a la vuelta, no te olvido.

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EL PICARO