FIN DE SEMANA / Cistierna: 7 días de dolor, 7 días de indignación, 7 días de luto
No hay consuelo para la familia de José
Sen, el joven que en la madrugada del pasado
sábado al domingo fue brutalmente asesinado
a la puerta de la discoteca Siro's
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Siete días después, el dolor vive en Cistierna. No hay consuelo para la familia de José Sen, el joven que en la madrugada del pasado sábado al domingo fue brutalmente asesinado a la puerta de la discoteca Siro's. Todos los testigos apuntan hacia Jontahan E.B. como el autor material de la mortal puñalada. "Le pinchó y luego tiró hacia arriba", aseguraron algunos de los presentes en la posterior testificación ante la juez encargada del caso.La herida era mortal desde el primer momento. Y así lo ratificaron los sanitarios que le prestaron los primeros auxilios. J.E.B 'tiró' a matar. Y lo hizo. Su hermano I.E.B le sirvió como cómplice según los mismos testigos y el padre Jonathan E.P. (43 años) les abrió camino en su huida del escenario del crimen. Eran las seis de la mañana cuando la sangre caía sobre la acera de las calles de la localidad.
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Sentimientos a flor de piel
La muerte de José Sen ha dejado una herida abierta en la montaña leonesa. Una semana después los sentimientos están aún a flor de piel. Si hoy se convocara una nueva manifestación de solidaridad con la familia volverían a ser 2.000 los vecinos que se estrecharan las manos en la Plaza Mayor, junto al Ayuntamiento. La conmoción es aún mayor al conocer las circunstancias en las que murió el joven. José Sen 'simplemente' trataba de evitar un altercado cuando la muerte se cruzó en su camino. José trabajaba algunas noches en la discoteca de su hermano. Le ayudaba en la puerta. Su corpulencia física (“Era una mole”, dicen sus amigos) le permitía resolver sin problemas ese cometido.
Esa madrugada se temió lo peor cuando vio cruzar la puerta a Diego, un joven que ya había tenido serios problemas "con Jonathan". Meses atrás éste joven de raza gitana le había propinado una brutal paliza y le destrozó la cara. "Le han tenido que hacer cinco operaciones", dicen los jóvenes de la localidad. Aquella fatal noche J.E.B. perseguía a Diego para intentar intimidarle y conseguir que retirara así la denuncia que éste le había interpuesto.
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"La pinchas tú o le pincho yo"
Aquello parecía destinado a acabar en un grave altercado cuando José Sen decidió cruzarse en el camino para frenar el ímpetu del agresor. "O le pinchas tú o le pincho yo", aseguran que le dijo un hermano a otro. Un segundo después el hermano del alcalde caía desplomado.
La ira del resto de vecinos presentes en la discoteca obligó a los agresores a refugiarse en el centro de salud de la localidad. Dejaron fuera la furgoneta con la que emprendieron la huída. Y ésta ardió minutos después. El pueblo pedía y pide venganza. El crimen no se olvida.
Cistierna salió a continuación a la calle indiganada. “No hay derecho”, dicen los vecinos. Hubo manifestación un día, y otro. La Guardia Civil redobló su vigilancia en la localidad pero, 'al primer despiste' la casa familiar de los agresores también fue pasto de las llamas. El Ayuntamiento se la había facilitado, incluso el alcalde (Nicanor Sen), hermano del fallecido, les dio trabajo de forma eventual al padre del cal para facilitar su integración entre el resto de los vecinos. Nada sirvió.
J.E.B. y su hemano son "de lo peor", dicen en Cistierna. Las horas posteriores a la detención de ambos desvelan el tipo de personas de las que se está hablando.
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Intento de huida
En el Hospital de León Jonathan pidió al Guardia Civil encargado de su custodia ir al baño. Otro compañero, siguiendo el protocolo, acudió a revisar la zona y a un palmo del retrete se encontró un “pincho” presumiblemente dejado allí por un familiar para facilitar su huída.
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Autolesiones con las esposas
En el cuartelillo, Jonathan, que tenía las manos esposadas al frente, se golpeó de forma brutal la cara con las esposas. Después pidió “unos valium” para el dolor. En realidad lo hizo para intentar alegar con posterioridad que en el momento del asesinato estaba bajo los efectos de drogas y que no era consciente de sus actos. Tampoco ‘coló’ la treta. Sus estratagemas sólo finalizaron al cruzar la puerta de la cárcel. “Allí, cuando escuchas el ‘clon’ de la puerta sabes que todo se ha terminado”. Dice un Guardia Civil. Estará, presumiblemente, 20 años ala sombra. Cuando vuelva a pisar la calle será ‘cuarentón’. “Si vuelve con 40 o con mañana ya sabe lo que le espera. Terminará en el mismo sitio donde está José”, aseguran en la localidad sin esconderse. “Si vuelve, muere. Así son las cosas”, añaden.
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Más Guardia Civil
En prevención de incidentes la Guardia Civil ha reforzado la vigilancia en Cistierna. 17 miembros de los Grupos Rurales de Seguridad (GRS) se han sumado a los efectivos de la Guardia Civil destinados en el cuartel de Cistierna, para, en colaboración con la Policía Local, trabajar "hasta que las condiciones que se pueden producir pueden desaparecer". Habrá que esperar mucho tiempo. Hoy, siete días después, el dolor y la indignación sigue presente en Cistierna.
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