EL PICARO
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Aquí estoy. No te olvido. Un insulto sería, por mi parte, ignorar tu siempre seductora presencia. Mi agenda, repleta, me castiga sin embargo sin poder dedicarte el tiempo que tu, adalid del trabajo y el empeño, tanto mereces. Apunto en mi 'pda' (bendita tecnología) nuestra cita para la próxima semana, en la que prometo mirarte a los ojos para después dejarte aquí, en papel digital, plasmados mis sentimientos. Hoy, sin embargo, de largo paso.
No puedo menos, pese a todo, de dejarte un apunte de lo que ese día con más tiempo te advertiré. ¿Recuerdas los siete pecados capitales? ¿Te sientes identificada? ¿Y de ellos cuantos atormentan a tu siempre amado y venerado director general?
Soberbia...
Avaricia...
Lujuria...
Ira...
Gula....
Envidia...
Pereza...
La próxima semana, amada, te desgranaré uno a uno.
Siempre tuyo
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EL PICARO
No puedo menos, pese a todo, de dejarte un apunte de lo que ese día con más tiempo te advertiré. ¿Recuerdas los siete pecados capitales? ¿Te sientes identificada? ¿Y de ellos cuantos atormentan a tu siempre amado y venerado director general?
Soberbia...
Avaricia...
Lujuria...
Ira...
Gula....
Envidia...
Pereza...
La próxima semana, amada, te desgranaré uno a uno.
Siempre tuyo
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EL PICARO
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