EL PICARO

Cinco de siete

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Cada día, presente te tengo. Más hoy, que paseo, y bajo el sol te recuerdo. En tu ausencia siento tu presencia. En tu presencia, anhelo tu ausencia. Audaz tú, impúdico quien te ordena. Tiempos de agitación nos esperan, admirada mía. Mantener el buen criterio, de tu sobriedad depende. Pero las dudas me invaden. Presa te veo, de quien en el desvarío te manda. Sometido él pudiera estar a cinco pecados, todos capitales. ¿Y tú, asientes? No te imagino presa de la...

...soberbia... Deseo de alto honor y gloria tiene quien te invita a escribir cada día. Pero tú no eres así ¿Verdad? Tú humilde eres, y así lo relatas.
...avaricia... Quien te ordena riqueza espera. Pero tú no eres así ¿Verdad?
...ira... La que exterioriza quien la crítica no soporta, quien como respuesta utiliza la imposición y el veto. La de quien la libertad niega. Pero tú no eres así ¿Verdad? Paciente eres tú, para envidia de aquel a quien cuentas rindes.
...envidia... La que siente aquel que, cada día, ve como las noticias que antes alcanzaba, ahora se escapan. Pero tú no eres así ¿Verdad?
...pereza... No la que tiene, la que provoca. Pero tú no eres así ¿Verdad? Con cariño te miro y diligente te veo.

No hay pecado sin penitencia. Tu alivio, de otros será condena.

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EL PICARO